lunes, 30 de septiembre de 2013

WILD TEENS (ADOLESCENTES SALVAJES)
En USA el sistema los crea, los usa y los descarta.

    

 
Imágenes extraídas de Google

Reformatorios


  En todo el mundo, existen reformatorios de menores de edad. Los resultados positivos obtenidos, son mentirosos en la mayoría de los casos. La mentira parece tener un objetivo social: que nadie pierda la confianza en estas Instituciones, claro. Se cree, que es mejor poseer algo imperfecto, que no hacer nada...aunque ese algo sea perfectible.
   Este post, cita casos de EEUU porque es este país, el que se pone como ejemplo de responsabilidad social, científica, económica y cultural. ¿Porqué no ponerlo también como ejemplo en este caso?
  El sistema socio-económico-cultural eeuunidense, retuerce a su propia sociedad inescrupulosamente, tal vez con el fin de obtener algún lucro en materia de poder político y/o financiero.
  Ejemplos que llevan a esta conclusión, abundan por doquier. Uno de ellos, el más significativo en los días de hoy, es la Institución "Bott Camp Military"; una aberración de tal magnitud, que han retirado de internet toda la información visual y documental escrita. Lo poco que queda en algún blog, son informaciones para nada alentadoras: los resultados aparecen como desastrosos, con altos índices de suicidios entre los internos, y una alarmante respuesta de agresiones violentas entre los que son dados de alta.
  Lo peor de todo, es que se les cobra a los padres por el tratamiento de recuperación la friolera de 3000 dólares por una internación de tres meses; si en ese período no se obtuvieron los resultados esperados, se cobra otros 3000 dólares por 90 días más. Si así tampoco resolvieron el problema, se les da la última oportunidad gratis, por seis meses más. Si tampoco se obtuvieron resultados positivos, se les devuelve el adolescente peor de lo que estaba y sin la devolución de lo ya pagado. Si los padres insisten en recuperar a su hijo, deberá acudir a otro centro de rehabilitación, por lo que tendrá que volver a desembolsar dinero, lo que aumentará sus deudas y su dependencia del Sistema Financiero.
 No hay resultados de la investigación en favor de los campamentos de entrenamiento en función de cualquiera de las intenciones iniciales. Las tasas de reincidencia en los EE.UU. entre los ex presos y los participantes del campamento de entrenamiento son más o menos lo mismo. Sin embargo, los efectos de los campos de entrenamiento está en polémica disputa, algunos estudios afirman menores tasas de reincidencia, otros no muestran ningún cambio con respecto a las personas que cumplen condena normal. Las encuestas también muestran resultados diferentes respecto a la reducción de los costos. Los críticos agregan que el énfasis en la autoridad sólo puede resultar en la frustración, el resentimiento, la ira, mal humor, una baja autoestima y la agresión en lugar de respeto.

Según el New York Times se han producido 31 muertes conocidas de los jóvenes en los campamentos de entrenamiento de Estados Unidos desde 1980. [1]   (Wikipedia)

  También existen organizaciones filantrópicas de cuño religioso, cuyo cometido social está condicionado a donaciones, y en muchos casos, a la conversión para la religión, de todos los interesados.
  El consumismo obsoleto, es parte muy importante de la cultura eeuunidense; la acumulación de bienes materiales - muebles e inmuebles -; la tecnología electrónica y el status clasista, son ingredientes absolutamente imprescindibles para la mayoría de la sociedad  norteamericana de USA. El mantenerse fiel a este materialismo religioso, obliga a los adultos de las familias, a permanecer la mayor parte de su tiempo desconectados de la parte más importante del núcleo familiar: los menores de edad.
  El absurdo afán, por ganar dinero y tener las cosas y las cuentas al día, es la plaga que contamina a los niños, adolescentes y jóvenes con las fiebres anti-sociales de la desconformidad, la rabia y la sed de venganza, hacia el sistema que anula a sus padres, y hacia estos que se dejan anular. Nada realmente bueno puede gestarse en la mente de quienes no saben - y en muchos casos son prohibidos -  manifestar sus reclamos y pedir lo que sus mayores tienen el deber moral, social, familiar y legal de otorgar: más atención, y el cumplimiento de su deber.
  Se han privatizado casi todas las Prisiones, y se va camino a privatizar el 100% de las mismas, y las Instituciones de Corrección de Menores. Suculento negocio lobbysta, que chupa miles de millones de dólares anuales a todas las víctimas del estilo de vida americano. En internet, hay vasta información a este respecto.

Juegos eléctronicos

  Si todas las personas - menores y mayores - fueran peligrosamente afectadas por los Game-Wars, que el mercado de los juegos electrónicos pone diariamente en público, el lado occidental del mundo, sería una barbarie mucho peor de lo que es hoy. 
  De todas formas, ya se atisban resultados positivos de la última  estrategia principal del sistema: cada año se suman nuevos asesinos de civiles desarmados, en lugares públicos, motivados por estos juegos (la mayoría de ellos, pasaban muchas horas de sus vidas frente al ordenador o al monitor de TV, compenetrados en éstos).

Derecho a poseer armas de fuego

  En Estados Unidos, las armas de fuego de todos los modelos y calibres, son vendidas abiertamente al público, como si se tratara de juguetes inofensivos. Otra aberración socio-cultural, que en lugar de avergonzar a buena parte de sus ciudadanos, ésta los enorgullece.
  Los niños y adolescentes que dispararon contra los maestros y compañeros de sus escuelas, lo hicieron con las armas de sus padres. A simple vista, nos parece que estos fueron los culpables; nos parece, porque el sistema así lo desea. Cuando es el propio sistema el único culpado por las matanzas, y por el destrozo familiar de todos los implicados. Hay mucha gente e instituciones, que ganan fortunas con estos destrozos.
  Esta vez, no voy a referirme a las matanzas en México y demás países de América Latina (aunque en menor grado)...por que me da vergüenza, asco, mucha rabia y extrema impotencia, porque soy latinoamericano. Me pregunto: si el sistema eeuunidense no fuera tan consumista de lo supérfluo, tan materialista...¿las matanzas en Latinoamérica, serían menos graves?
 Algo, me está gritando que sí.

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   Walter E.Carena
   Twitter: @wcarena