domingo, 14 de abril de 2013

El amor y la ideología. 
¿Puede haber amor, entre dos ideologías antagónicas?


    

Quimera

  Sí, será una quimera si una de las dos partes no renuncia a sus ideas políticas. Es el caso de las ideologías sociales. Porque no se trata apenas de ideales filósoficos,  se trata de sistemas de vida, de proyectos de familia, de futuro, de convivencia a largo plazo. La política no es solo una bandera partidaria, la política está presente en cada minuto, en cada paso; en cada decisión que se toma; en la planificación familiar, profesional  y social. La política forma parte del ser humano que vive en sociedad, ésta sería un caos, una anarquía sin la política. 
  Los Revolucionarios socialistas, se convierten a la lucha revolucionaria, no motivados por intereses individuales, no para enriquecerse o ganar fama de guerrero heroico; no arriesgan sus vidas y las de los suyos con el objetivo de sobresalirse de los demás y liderar multitudes, lo hacen por amor. Amor a la justicia; a las masas oprimidas; a su propia especie; a los valores morales; a la independencia económica; a la equidad...lo hacen por amor, y no por status social y confort individual.

   
  ¿Cómo sería posible la convivencia de dos personas que se apasionan entre sí, que coinciden en muchas cosas, pero se antagonizan en la política?....si la política  está implícita en el diario vivir, no puede existir armonía. Por lo tanto el amor, que se alimenta de paz y armonía, moriría de inanición antes de nacer.
  He oído decir, que no se deben mezclar sentimientos con política, pero si ésta, está presente - inevitablemente - en todo lo que hacemos diariamente, y esas personas quieren hacer lo mismo, pero de diferentes maneras, el hecho de "negociar" la forma  de la realización, ya está siendo política, y los ideales afloran necesariamente. 
  En política, las ideologías son apenas dos: la material y la moral.
  La primera, tiene componentes físicos (materiales) : dinero; status social; poder individual; falta de empatía social; interés personal hacia personas o actividades. Ingredientes estos, que no están en el amor, por ser este sentimiento puramente inmaterial. Lo material no se ama, se desea.
  La segunda, es todo lo contrario. Sus componentes no son materiales, sino espirituales, emocionales: dignidad; anticlasismo; empatía social; honestidad; sacrificio y objetividad; anti-individualismo y solidaridad. También son los ingredientes del amor.
  No se debe caer en el facilismo de llamar pensar diferente, a quién posee ideología diferente. Es obvio, que el que tiene ideas diferentes, piensa diferente. Se puede pensar diferente con respecto a la interpretación de un poema, al sabor de una fruta, al gusto por una obra artística o la vocación de una profesión. Con esas diferencias, es posible convivir armoniosamente, pero no con diferencias ideológicas. Las ideologías son elecciones de sistemas político-sociales (material y moral ). ¿El Che Guevara, podría haberse casado con Margaret Tatchert? ¿Benjamín Netanyahu, podría formar pareja con Eva Golinger?   
  La renuncia a lo material, es posible, pues la materia envejece, se corrompe y muere - es pasajera -; en ocasiones, las cirscunstancias de la vida, hacen que  lo material se corrompa y muera antes de envejecer.
  La renuncia a lo moral, si bien es posible, no suele envejecer, corromperse, ni morir. Pruebas de ello, abundan por doquier en todo el mundo. Quién es auténticamente partidario de la moral, jamás renuncia a sus principios, muere con ellos y los deja de herencia a generaciones futuras.
   El Socialismo es moral.
   El Capitalismo es material.
   Son agua y aceite.     
  




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     Walter E. Carena
     Twitter: @wcarena