martes, 18 de diciembre de 2012

Corinthians y Paolo Romero, ¡son campeones del mundo 2012!




Imágenes extraídas de Google


  Corinthians se galardonó por segunda vez campeón del mundo, muy merecidamente. De la mano del DT Tite, este equipo que supo seguir a rajatabla sus indicaciones, y que se mantuvo "familiarmente" unido desde que subió a 1ª división, logró lo que la unión siempre logra: El éxito. Fue campeón brasileño, campeón de la Libertadores y ahora llegó a la cima de sus logros: Campeón Mundial de Clubes del Mundo.
  Uno para todos y todos para uno - Guerrero para Corinthians, y Corinthians para Guerrero - ¿uno habría sido campeón sin el otro?
  Tal vez esa interrogante no merezca análisis, lo que sí queda muy claro, es que el oportunista, el eficiente a la hora de definir en dos partidos por demás importantes, el único que hizo los goles para ganar el título, fue el peruano Paolo Romero.
   Emocionó sobremanera, la actitud patriótica que le salió del alma al envolverse con el Pabellón Nacional de su país y pasearlo con orgullo por todo el Estadio japonés; emocionó la sencillez y humildad de sus declaraciones a la Prensa.
   Este símbolo de profesionalidad futbolística, no solo hizo vibrar a la nación corinthiana, también a la suya propia y a todas las naciones sudamericanas amantes de tan noble deporte.
   Si Perú no se clasifica para el próximo mundial, será porque le faltan más jugadores de la talla de Paolo Guerrero (por lo menos entre los convocados). Y este guerrero bien que lo merece, un campeón como él, no puede estar ausente en Brasil 2014.


  Fue una final antológica, el clásico duelo entre la garra y la técnica, y esta vez ganó la primera, como siempre debería ser. Todos metieron, como bravos latinoamericanos contra duros anglosajones.
  Puede parecer antipático hacer mención a ciertas individualidades, pero esta vez la FIFA fue justa: El golero Cassio fue una pantera enfurecida debajo de los tres palos, defendiendo su territorio como a su propia vida, defendiendo la dignidad y el orgullo de sus compañeros y de su hinchada, como el felino salvaje defiende su prole y su madriguera.

 
  
  Walter E. Carena
     Twitter:@wcarena