miércoles, 5 de diciembre de 2012

Homenaje al Pueblo Paraguayo - Última parte 

 
Niños paraguayos.                     Imagenes extraídas de Google

 
Batalla de Corrales                                       El Sargento Mayor Pedro Duarte, cruza el
                                                                      río Paraná.

 

Capítulo de la obra prima de E. Galeano, Las Venas Abiertas de América Latina: La guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay aniquiló la única experiencia exitosa de desarrollo independiente. (1ª Edición: 1971) - Última parte.
 
   Brasil había cumplido con la función que el Imperio Británico le había adjudicado desde los tiempos en que los ingleses trasladaron el trono portugués a Río de Janeiro. A principios del siglo XIX, habían sido claras las instrucciones  de Canning al embajador, lord Strangford: "Hacer del Brasil un emporio para las manufacturas británicas destinadas al consumo de toda  la América del Sur". Poco antes de lanzarse la guerra, el presidente de Argentina había inaugurado una nueva línea de ferrocarriles británicos  en su país, y había pronunciado un inflamado discurso: "¿Cuál es la fuerza que impulsa este país? Señores: ¡es el capital inglés!" Del Paraguay derrotado no solo desapareció la población; también las tarifas aduaneras, los hornos de fundición, los ríos clausurados al libre comercio, la independencia económica y vastas zonas de su territorio. Los vencedores implantaron, dentro de las fronteras reducidas por el despojo, el libre cambio y el latifundio. Todo fue saqueado y todo fue vendido: las tierras y los bosques, las minas, los yerbales, los edificios de las escuelas. Sucesivos gobiernos títeres serían instalados, en Asunción, por las fuerzas extrangeras de ocupación.  No bien terminó la guerra, sobre las ruínas todavía humeantes de Paraguay cayó el primer empréstito extrangero de su historia. Era británico, por supuesto. Su valor nominal alcanzaba el millón de libras esterlinas, pero a Paraguay llegó menos de la mitad; en los años siguientes, las refinanciaciones elevaron la deuda a más de tres millones. La guerra del opio había terminado cuando se firmó en Nanking el tratado de libre comercio que aseguró a los comerciantes británicos el derecho de introducir la droga en territorio chino. También la libertad de comercio fue garantizada por Paraguay después de la derrota. Se abandonaron los cultivos de algodón, y Manchester arruinó la producción textil; la industria  nacional no resucitó nunca.
   El Partido Colorado, que hoy gobierna Paraguay (N. del B: 1970), especula alegremente con la memoria de los héroes, pero ostenta al pie de su acta de fundación, la firma de treinta y dos traidores del Mariscal Solano López, "legionarios" al servicio de las tropas brasileñas de ocupación. El dictador Alfredo Stroessner, que ha convertido al Paraguay en un campo de concentración desde hace quince años, hizo su especialización militar en Brasil, y los generales brasileños lo devolvieron a su país con altas calificaciones y encendidos elogios: "Es digno de gran futuro...". Durante su reinado, Stroessner desplazó los intereses angloargentinos dominantes en Paraguay en la últimas décadas, en beneficio de Brasil y sus dueños norteamericanos. Desde 1870, Argentina y Brasil que "liberaron" a Paraguay para comérselo a dos bocas, se alternan en el usufructo de los despojos del país derrotado, pero sufren, a su vez, el imperialismo de la gran potencia de turno. Paraguay padece, al mismo tiempo, el imperialismo y el subimperialismo. Antes, el Imperio británico constituía el eslabón mayor de la cadena de las dependencias sucesivas. Actualmente, los Estados Unidos, que no ignoran la importancia geopolítica de este país enclavado en el centro de América del Sur, mantienen en suelo  paraguayo asesores imnumerables que adiestran y orientan a las fuerzas armadas, cocinan los planes económicos, reestructuran la universidad a su antojo, inventan un nuevo esquema político "democrático" para el país y retribuyen con préstamos onerosos los buenos servicios del régimen.47 
 
47- Poco antes de las elecciones de 1968, el general Stroessner visitó  los Estados Unidos. "Cuando me entrevisté con el presidente Johnson - declaró a France Press -, le manifesté que ya hace doce años que desempeño funciones de primer magistrado por el mandato de las urnas, Jhonson me contestó que eso constituía una razón más para continuar ejerciéndola el período venidero"  
 
    Pero Paraguay es también colonia de colonias. Utilizando la reforma agraria como pretexto, el gobierno de Stroessner derogó, haciéndose el distraído,  la dispocición legal que prohibía la venta a extrangeros de tierras en zonas de fronteras secas, y hoy hasta las tierras fiscales han caído en manos de latifundistas brasileños del café. La onda invasora atraviesa el río Paraná con la complicidad del Presidente, asociado a los terratenientes que hablan portugués. Llegué a la movediza frontera del nordeste de Paraguay con billetes que tenían estampado el rostro del vencido mariscal Solano López, pero allí encontré que sólo tienen valor los que lucen la efigie del victorioso emperador Pedro II. El resultado de la Guerra de la Triple Alianza cobra, transcurrido un siglo, ardiente actualidad. Los guardas brasileños exigen pasaporte a los ciudadanos paraguayos para circular por su propio país; son brasileñas las banderas y las iglesias. La piratería de tierras asalta también los saltos del Guayrá, la mayor fuente potencial de energía de toda América Latina, que hoy se llaman en portugués, Sete Quedas, y la zona del Itaipú, donde Brasil construirá la mayor hidroeléctrica del mundo.
   El subimperialismo o imperialismo de segundo grado, se expresa de mil maneras. Cuando el presidente Johnson decidió sumergir en sangre a los dominicanos, en 1965, Stroessner envió soldados paraguayos a Santo Domingo, para que colaboraran en la faena. El batallón se llamó, broma siniestra, "Mariscal Solano López". Los paraguayos actuaron a las órdenes de un general brasileño, porque fue Brasil quién recibió los honores de la traición: el general Panasco Alvim encabezó las tropas latinoamericanas cómplices en la matanza. De la misma manera, podrían citarse otros ejemplos. Paraguay otorgó a Brasil una concesión petrolera en su territorio, pero el negocio de la distribución de combustibles y la petroquímica, están en Brasil, en manos norteamericanas. La misión Cultural Brasileña es dueña de la Facultad de Filosofía y Pedagogía de la universidad paraguaya, pero los norteamricanos manejan ahora la las universidades de Brasil. El estado mayor del ejército paraguayo no solo recibe la acesoría del Pentágono, sino también de generales paraguayos, que a su vez responden al Pentágono como el eco a la voz. Por la vía abierta del contrabando, los productos induistriales de Brasil invaden el mercado paraguayo, pero muchas de las fábricas que las producen en Sao Paulo, son desde la avalancha desnacionalizadora de estos últimos años, propiedad de las corporaciones multinacionales.
    Stroessner se considera heredero de los López. El Paraguay de hace un siglo, ¿puede impunemente ser cotejado con el Paraguay de ahora, emporio del contrabando en la cuenca del Plata y reino de la corrupción institucionalizada?  En un acto político donde el gobierno reivindicaba a la vez, entre vítores y aplausos, a uno y otro Paraguay, un muchachito vendía, bandeja al pecho, cigarrillos de contrabando: la fervorosa concurrencia pitaba fervorosamente Kent, Marlboro, Camel y Benson & Hedges. En Asunción, la escasa clase media bebe whisky Ballantine´s en vez de tomar caña paraguaya. Uno descubre los últimos modelos de los más lujosos automóviles fabricados en los Estados Unidos o Europa, traídos al país de contrabando o previo  pago de menguados impuestos, al mismo tiempo que se ven, por las calles, carros tirados por bueyes que acarrean lentamente los frutos al mercado: la tierra se trabaja con arados de madera y los taxímetros son Impalas 70. Stroessner dice que el contrabando es "el precio de la paz": los generales se llenan los bolsillos, y no conspiran. La industria, por supuesto, agoniza antes de crecer. El Estado ni siquiera cumple con el decreto que manda preferir los productos de las fábricas nacionales en las adquisiciones públicas. Los únicos triunfos que el gobierno exhibe orgulloso, en la materia, son las plantas de Coca-Cola, Crush y Pepsi-Cola, instaladas desde 1966 como contribución norteamericana al progreso del pueblo paraguayo.
   El Estado manifiesta que sólo intervendrá directamente en la creción de empresas "cuando el sector privado no demuestre interés",  y el Banco Central comunica al FMI que "ha decidido implantar un régimen de mercado libre de cambios y abolir las restricciones al comercio y a las transacciones en divisas"; un folleto editado por el Ministerio de Industria y Comercio advierte a los inversores que el país  "otorga concesiones especiales para el capital extrangero". Se exime a las empresas extrangeras del pago de impuestos y de derechos aduaneros, "para crear un clima propio para las inversiones". Un año después de instalarse en Asunción, el National City Bank de Nueva York recupera integramente el capital invertido. La banca extrangera, dueña del ahorro interno, proporciona a Paraguay créditos externos que acentúan su deformación económica e hipotecan aún más su sobreanía. En el campo, el uno y medio por ciento de los propietarios dispone del noventa por ciento de las tierras explotadas, y se cultiva menos del dos por ciento de la superficie total del país. El plan oficial de colonización en el triángulo de Caaguazú ofrece a los campesinos más tumbas que propiedades 49 (N. del B. - Cualquier similitud con la situación actual que viven los campesinos paraguayos, y que derrubó al Presidente Lugo, es simple...¿coincidencia?).
 
49 - Muchos de los campesinos han optado finalmente por volverse a la región minifundista del centro del país, o han ido camino al nuevo éxodo hacia Brasil, donde sus brazos baratos se ofrecen al los  yerbales de Curitiba y Mato Grosso o a las plantaciones cafeteras de Paraná. Es desesperada la situación de los pioneros que se encuentran de cara a la selva, sin la menor orientación técnica y sin ninguna asistencia crediticia, con tierras cocedidas por el gobierno, a las que tendrán que arrancar frutos suficientes para aliomentarse y poder pagarlas porque si el campesino no paga el precio estipulado, no recibe el título de propiedad.
   
     La Triple Alianza sigue siendo todo un éxito (N. del B. - 1970).
    Los hornos de la fundición de Ibycuí, donde se forjaron los cañones que defendieron la patria invadida, se erguían en un paraje que ahora se llama "Mina-cue" que en guaraní significa "Fue mina".
    Allí, entre pantanos y mosquitos, entre los restos de un muro derruído, yace todavía la base de la chimenea que los invasores volaron, hace un siglo, con dinamita, y pueden verse los pedazos de hierro podrido de las instalaciones deshechas. Viven en la zona, unos pocos campesinos en harapos, que ni siquiera saben cual fue la guerra que destruyó todo eso. Sin embargo, ellos dicen que ciertas noches se escuchan, allí, voces de máquinas y truenos de martillos, estampidos de cañones y alaridos de soldados.
 
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    Son obvias las similitudes de las situaciones políticas de finales del siglo XIX, con las del XX y XXI. Tal vez gran parte de los paraguayos no comprenda de qué forma los terratenientes y los EEUU, se aprovechan de la cultura pacifista (después de un genocidio, todas las poblaciones tienden a serlo  por varias generaciones) para mantener su hegemonía en tan rico y estratégico territorio. Con la complicidad y servicio de medios masivos de comunicación, los que facturan jugosas ganancias con el privilegio de la publicidad Estatal y privada, de empresas de dudosas intenciones socioeconómicas para con el pueblo guaraní.
  Es revoltante ver periódicos y canales de TV, criollos y extrangeros con filiales en varios paises sudamericanos, usando a jóvenes modelos semidesnudas en las portadas, como carnada para que los hombres, atraídos por el instinto sexual, compren los diarios, y no solo disfruten de las bellezas fotografiadas a colores, sino que ya que lo ha comprado, pase la vista por el resto del contenido y se detenga con los titulares sensacionalistas, estrátegicamente creados, para lavar cerebros. Todavía hoy, por increíble que parezca, se refieren a todo lo que sea reclamación por justicia social, como comunismo, guerrillerismo y alteración del orden pacífico establecido como idiosincracia. Una gran parte de los paraguayos, le da más credibilidad a la TV y los diarios con "mayor tiraje", que a pensadores filósofos y politólogos, mundialmente reconocidos, como por citar un solo ejemplo: Noan Chomsky.
Filósofo Y Politólogo Noan Chomsky
 
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   Walter E. Carena
   Twitter: @wcarena
 
 
 
 
 

La Religión y La Felicidad  (Cristianismo) 1ª Parte

 
                                    Imágenes extraídas de Google

   Las Religiones siempre fueron el gran enigma de una buena parte de la sociedad mundial (Incluído yo mismo). Las he discutido con un sinnúmero de personas religiosas, ateas y agnósticas. Y aún continúa siendo, para mí, un enigma.
  Pesquisé en lo que considero (a mi alcance inmediato), la mejor fuente de respuestas a las intrigas de la humanidad, hasta hoy: Google. De allí extraje el trabajo más imparcial y profesional que  entre muchos,  encontré, el del Psicólogo Saúl Sanchez López, un profesional interesado en la Psicososiología de la Religión.
  Presento aquí una copia de uno de sus trabajos más emblemáticos:

La conversión religiosa: Una aproximación desde la Psicología

-Saúl Sánchez López-
La religiosidad y su significado
De forma general es posible entender a la religión como el conjunto de creencias, dogmas y sentimientos acerca de la divinidad, que dan forma a una serie de normas morales para la vida personal y social y a un conjunto de prácticas.
Sin embargo los psicólogos de la religión la han definido como la búsqueda de significado encaminado hacia lo sagrado. Un significado es aquello que le da un sentido a la vida. Se trata de una búsqueda pues la persona se ‘lanza’ a la aventura de elegir un camino de entre muchos para alcanzar éste significado. Lo sagrado se refiere a lo que es concebido como ‘lo supremo’: Dios, la divinidad, lo trascendente.
La formación que un ser humano recibe y hace suya, posteriormente constituye su sistema de valores. La formación religiosa contribuye al proceso de identidad y da un sentido a la vida; la religión y las convicciones religiosas constituyen uno de los elementos fundamentales de la persona, son expresión de la libertad y por tanto siempre merecen ser respetadas.
La forma en cómo se vive la propia religión es lo que se conoce como religiosidad.
La religiosidad puede ser de dos tipos: Pasiva y Activa
La religiosidad pasiva es en la que la persona se identifica en uno o varios aspectos con una religión o fe, pero desempeña un doble rol: por un lado la persona cumple con las costumbres (actos de fe, ritos. etc.), sin embargo su orientación religiosa no trasciende en su vida, personal ni social (conductas, estilo de vida, etc.)
La religiosidad activa es aquella donde la persona construye una nueva concepción del mundo y un nuevo estilo de vida a partir de su fe. Este sujeto conoce lo que de acuerdo a su religión es bueno y malo, por lo que vive una moralidad -sus valores constituyen su vida, vive en razón de sus valores-.
La conversión religiosa[1]
La conversión religiosa es el proceso por el cual se asume una perspectiva teológica nueva, o bien esta perspectiva teológica se reestructura adquiriendo una nueva forma. Evidentemente incluye un cambio de afiliación religiosa.
Significa que las ideas religiosas que antes eran poco relevantes en la vida del sujeto ahora pasan a primer plano.
La conversión religiosa puede resultar de un proceso prolongado, complejo, que incluye dudas, reflexiones e inquietudes; o bien puede ser un cambio súbito donde el ‘yo’ es transformado radicalmente.
La conversión religiosa puede ser de varios tipos:
Intelectual . La persona a través de la reflexión desarrolla una nueva concepción de lo divino y una nueva forma de relacionarse con esta deidad.
Mística. La persona tiene visiones, escucha voces o tiene una revelación que cambia su vida.
Experimental. La persona explora diferentes agrupaciones religiosas hasta que una la convence.
Afectiva. La persona se integra a un grupo religioso porque satisface sus necesidades de afecto.
Coercitiva. La persona cambia de religión por presión social.
Factores que predisponen a la conversión religiosa
Existen diversos factores y situaciones que facilitan el que una persona decida cambiar su fe, si bien es cierto que muchas conversiones tienen motivos diferentes de los que continuación se presentan, comúnmente las motivaciones se ven reforzadas o acompañadas por estos factores; son varios de estos y no uno sólo los que confluyen para propiciar el cambio de religión.
Necesidades personales.
Es muy común que la mayoría de las personas procuren la religión para atender sus necesidades personales y subjetivas; la relación establecida con Dios -divinidad, etc. – puede funcionar como un suplemento de la relación con los demás, el amor de un Dios padre por ejemplo es capaz no solo de suplir sino de rebasar el de un hombre (padre o madre); Dios desarrolla a menudo un papel de comodín en nuestra lista de carencias. Aquellas situaciones donde “fracasamos” se redirigen a una nueva meta: Dios, a quien concebimos de acuerdo a nuestros deseos.[2] Cuando una persona se convierte, este acto obedece entre otras cosas a necesidades emocionales que la nueva fe por una u otra razón ayuda a satisfacer.
Necesidades sociales. Cuando una persona ‘se encuentra’ con un grupo que no lo juzga, sino lo acepta a pesar de sus defectos, de su pasado, de su estilo de vida y de sus errores, es muy satisfactorio. Si se descubre un grupo donde se convive en armonía, donde se recibe cariño, un cariño que talvez hasta ése momento no se conocía, que quizá faltó en la familia, entonces difícilmente se desea alejarse del grupo. Cuando esas personas poco a poco se han ganado nuestra confianza y nuestro cariño se forma un nexo difícil de romper; la persona desea más y más esos sentimientos: sentirse amada, respetada, incluida…de esta forma la persona puede encaminarse a una conversión gradual donde el grupo -y no la fe en sí- satisface las necesidades de la persona.
Necesidades de sentido. Las personas a menudo pueden tener una vida que poco les satisface, monótona y en su opinión sin sentido, sin dirección. No se encuentra respuesta a los paraqués de la vida, falta un propósito y una motivación. La conversión religiosa puede bien, dar por primera vez un sentido -y el sentimiento de un sentido-, o bien reconstruir el sentido de vida de la persona. Dios, ayudar al prójimo, etc., la fe conduce a al persona hacia una meta suprema. “Convertirse entonces significa, apropiarse de un nuevo sentido de vida, y es precisamente la identidad religiosa la que le sirve al sujeto para encontrar ese nuevo sentido de vida”
Necesidad de un cambio en el estilo de vida. Vivir la pobreza, la tensión y el desgaste de un clima familiar nada agradable, la carencia afectiva, la enfermedad de un ser querido, el desempleo, son situaciones que pueden deprimir y/o estresar a la persona, hacerla desgraciada. Una nueva religión conlleva a menudo nuevas costumbres, una nueva forma de organizar el tiempo, de ver la vida, implica conocer a nuevas personas y desarrollar nuevas actividades lo que trae consigo nuevas satisfacciones; esto aunado a un nuevo sentido de vida, crea un círculo virtuoso de satisfacciones, motivación y felicidad, que puede hacer maravillas por la persona, que logra entonces salir de aquél ambiente que le hacía infeliz.
Necesidad de seguridad y afecto. El sentimiento de aproximación a Dios produce un efecto tipo elixir; el sujeto puede sentirse invulnerable a las calamidades, puede sentir que tiene un destino, que es un sujeto único y especial así como única y especial es su relación privada con Dios, que nunca está sólo, que nunca está desamparado, que todo en su vida sucede por una razón, que no importando las desgracias al final todos los problemas en su vida se resolverán (“Dios proveerá”), que Dios lo ama y acepta a pesar de todo. Los sentimientos de debilidad, depresión, soledad, desgracia, se aminoran o incluso desaparecen. La persona al encontrar una fe nueva o una nueva forma de vivir su fe goza de estas experiencias revitalizantes.
Necesidad de una nueva identidad. Muchas veces estamos a disgusto con nosotros mismos, no nos aceptamos, no nos amamos, no creemos servir para nada ni que nuestra vida tenga un sentido o trascendencia. La forma en que nos auto-percibimos (autoconcepto) y nos auto-valoramos (autoestima) es lo que constituye nuestra identidad, cuando se opta por cambiar de religión y esta nueva religión es vivida de forma activa -con intensidad- entonces también se transforma la identidad. Ya no nos percibimos como desamparados, nuestra vida vida tiene un sentido, nos sentimos trascendentes y con una misión, nos sentimos únicos y especiales, sentimos que vale la pena vivir; no sólo sentimos que somos otro, realmente nos convertimos en otro.
    Hasta aquí, la primera parte de este interesante trabajo.
                                                                 *  

                  
    Personalmente, y después de haber leído y escuchado que las personas religiosas, son, o no, más felices que las no-religiosas, considero un simplismo asociar felicidad con religión, y viceversa.
   Me parece todo lo contrario, si bien estos dogmas atraen a los infelices, con la promesa de la felicidad plena, no hemos visto muchas caras felices en forma constante, entre sus feligreses. De momento que no es constante, se trata de la misma felicidad que experimentan los que no creen en religiones.  Partiendo de la lógica de que la felicidad, no es más que la ausencia de la infelicidad, nos damos cuenta que tales promesas, hacen ver que ésta está compuesta escenciamente de alegría; diversión; armonía con el resto de las especies animales; la no necesidad de dinero y empleos; etc. O sea, todo lo que deseamos en nuestro día a día, y que sabemos, no pasa de un sueño, un deseo provocado por la rutina obligatoria de ese día a día.    
   Otra explicación que se ha divulgado, es que las personas procuran en las religiones, una libertad espiritual, una orientación que les indique el camino hacia el paraíso, o la inmortalidad.
   También, y a título personal, opino que las religiones cohartan libertades individuales y sociales (están repletas de prohibiciones y obligaciones).
   Tal vez las religiones, sean necesarias ( como reguladoras de conductas sociales). Si fuera así, quiénes las predican deberían dar ejemplos, en vivo y en directo, de las buenas conductas sociales, ejemplificando y predicando la práctica de valores morales tan elementales como la humildad; la no acumulación de bienes materiales; la sinceridad; la empatía y la solidaridad  sin fines lucrativos. Voy a citar una anécdota que me sucedió, no hace mucho tiempo, a modo de ejemplo:
   Uno de mis clientes, es Pastor de la Iglesia Batista de la ciudad donde vivo. En una ocasión, comenzamos a hablar de Religión, principalmente lo referido al Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia.
   Anteriormente - años antes -  por pura curiosidad, entré a dicha Iglesia en pleno horario de culto  y observé con detenimiento, lo que allí se pasaba. Gracias a esta curiosidad, pude preguntarle a mi cliente: ¿Si lo que Ud. predica es la palabra de Jesús de Nazaret, por qué razón no lo hace dando el ejemplo de Su perfil de predicador?  A lo que - obviamente- él me preguntó: ¿A qué se refere "Valter"?
   "Cuando visité su Iglesia, Ud. estaba predicando el Nuevo Testamento - respondí- y a pesar de la acústica del templo, vi parlantes y un amplificador; más aún, lo ví gritando las prédicas, micrófono en mano. ¿Jesús no predicaba calmamente, sin levantar la voz; no vestía las mismas  vestes que sus seguidores; no usaba el mismo calzado? ¿Por qué entonces, Ud. parecía un gerente de Banco, mientras daba a conocer la palabra del Cristo?

   El jueves 6/12/2012, será publicada la 2ª y última parte de: LaReligión...http://unisudamericana.blogspot.com/2012/12/la-religion-y-la-felicidad.html


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  Walter E. Carena
  Twitter: @wcarena