domingo, 16 de septiembre de 2012



Turismo carcelario, remodelaciones...   


  


     Es algo muy curioso constatar la "libertad" que tienen los presidarios en Brasil. Tal vez no sea exclusividad brasileña.
    Un informe de Fantástico, el programa dominguero de la Globo (21 hrs), muestra hoy el sistema de Juicios Penales que los reclusos traficantes, dirigen por celulares desde la Prisión. Ellos tienen la Pena de Muerte como castigo prioritario, para los que consideran culpados de delitos cuyas penas  se distanciarían mucho de la Jurisprudencia de los países donde esta pena existe, como por ejemplo: "Intento de violación". Lo más llamativo, es que no se trata solamente de una práctica interna - de adentro del Establecimiento Penal -, sino que atraviesa las murallas, y se aplica en el exterior del mismo.
    En el léxico de los reclusos no existen los Derechos Humanos, todo se "resuelve" con dinero, y con balas.
    Cuando cumplen sus penas, y obtienen  - o compran - la libertad, salen económicamente fortalecidos y sedientos de sangre, principalmente de la sangre de los policías que los detuvieron. No de los Fiscales y Jueces que los encerraron, ni de los abogados que tanto dinero les sacaron y tantas veces se sirvieron de sus "esposas", mientras estaban tras las rejas.
    De momento que tales personajes desconocen los Derechos Humanos, nos cabe preguntarnos: ¿Es válido aplicarles esos derechos, si ellos mismos los rechazan? ¿Por qué respetar los DDHH de individuos, en los que ni siquiera existen en su filosofía de vida?
     Es claro que la indignación de las personas honestas, decentes y reñidas con la delicuencia, aumenta cada vez que este tipo de reportages se ponen en público: Tanto dinero público, salido de los bolsillos y del sudor de los contribuyentes, gastado en los gimnasios, canchas de deportes, alimentos y atenciones profesionales ( Derecho, Medicina, Psiquiatría, etc), cuyo retorno es más delicuencia, más drogas, más homicidios, más terror y desrespeto a la sociedad, efectuado por los mismos que entran y salen de la Cárcel, como si fuera un albergue turístico.
   Me es obligatorio resaltar, que no todos los reclusos practican estos crímenes dentro, y desde adentro hacia afuera de las Prisiones. Hay, y de forma absurdamente impuesta por las autoridades, personas que están internadas, que no estan encuadrados en el nivel de los individuos a los que me refiero. Por ese motivo, estoy convencido que tiene que haber un control más estricto, que sirva como filtro, para separar la paja del trigo.
    Éste, es otro defecto proposital del Estado de Derecho, contaminado de capitalismo mediocre.
    ¿Será válido seguir confiando en que este sistema, algún día corregirá estos defectos y la "Justicia" podrá ser JUSTICIA?

  Walter E. Carena
  Twitter: @wcarena